domingo, 24 de septiembre de 2023

Religión Orcos: Padre Cielo y Madre Tierra

Mitología de Origen

Los orcos, a diferencia de otras razas, saben con certeza cómo fueron creados y sus primeros años de existencias. El Consejo de magos de Olistanhia creó a los orcos como esclavos guerreros para ganar a los demonios en la llamada de Guerra de Los Infiernos. Por este motivo, la mitología de los orcos no es una fantasía con la cual explicar el origen del tiempo, sino, más bien, entender cómo funciona la naturaleza.

Creen en la existencia de dos entidades: Padre Cielo y Madre Tierra. Los orcos deben su vida a honrar a Padre Cielo y Madre Tierra, seguir sus pasos, aprender de ellos y proteger su legado. Han renegado de su origen artificial para seguir los pasos de la naturaleza, de los bosques, de las montañas, de los ríos y de los mares. Han labrado un gran vínculo con las bestias, a las que considera iguales. 

Padre y Madre son capaces de pasar al plano terrenal con la figura de dos lobos gigantes llamados Koylan y Kaylana respectivamente.

Ilustración: Kaylana y Koylan

Que Padre Cielo alumbre tus noches y Madre Tierra proteja tu camino. 

Rezo común entre los orcos.

Principales figuras Mitológicas 

Madre Tierra, Kaylana: está relacionada con la creación de los seres vivos. Es una madre atenta y protectora, que se preocupa por velar por la salud de sus hijos. Los peces del río, los osos de las montañas, los humanos y los elfos. Los orcos son los recién llegados. Madre Tierra adoptó a los orcos después de que éstos obtuvieran su liberación. Se presenta al plano terrenal con la forma de una loba gigante de color de la arena. Muerde las montañas para darles forma y allí por donde escarba surgen manantiales de agua cristalina.

Padre Cielo, Koylan: está relacionado con los cuerpos celestes: el sol, la luna, las estrellas y la luz del cielo. Es un padre más preocupado por el futuro que por el presente, porque el final del camino, allí donde los orcos lleguen el día de mañana, sea un lugar donde merezca la pena estar. Repleto de luz, salud y buenos alimentos. Koylan, el lobo, es más pequeño que su contraparte femenina. Su pelaje es de color marrón oscuro. Durante el día, surca por el cielo persiguiendo el sol en una eterna carrera. En la noche, hace el circuito inverso con rabo entre las piernas. El sol se le ha escapado un día más. Las estrellas y la luna acompañan a Koylan en sus noches de derrota.

Kaylana y Koylan son dos entidades enfrentadas. Kaylana tiene los pies en La Tierra. Vela por el presente, el aquí y ahora. Koylan tiene un ojo puesto en el mañana. Esto ha hecho que los dos lobos se enfrenten entre ellos. Discusiones que se traducen en tormentas, terremotos y estrellas de fuego. Los orcos calman a sus dioses con oraciones y totems.

Cultura Orca

Las tribus orcas representan a los seres de la naturaleza mediante totems con cabeza de animales. Las primeras figuras, las más altas, suelen ser las de los lobos Koylan y Kaylana. Si el jefe de la tribu tiene grandes proyectos de futuros, es un jefe ambicioso con sueños de expansión será Koylan el que se encuentre por encima de Kaylana. Si por el contrario, es un jefe pacífico preocupado por el bienestar de la tribu, Kaylana estará en la cima del tótem. 

Cada tribu orca cuenta con al menos un chamán que sirve como vehículo entre los dioses. La labor del chamán es comunicarse con los dioses mediante rituales en busca de consejo. Estos rituales no están exentos de éter. Los chamanes son los únicos orcos capaces de manipular el éter.

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